Aunque suele mantenerse lejos del ruido y las cámaras, hay un barrio en la Ciudad de Buenos Aires que se posicionó en los últimos años como un verdadero polo gastronómico. Tranquilo, elegante y con calles arboladas que invitan a caminar sin apuro, Villa Devoto sorprende con cafés escondidos entre jardines, restaurantes de alta cocina con espíritu barrial y brunchs que ya son un clásico de fin de semana.
A solo unos minutos del centro, este barrio logró combinar lo mejor de dos mundos: la calma de la vida de barrio con una oferta gastronómica que no tiene nada que envidiarle a Palermo o Colegiales. Entre casonas recicladas, veredas anchas y mucho verde, un rincón porteño que conquista todos los sentidos.
Este oasis urbano tiene nombre propio, Villa Devoto, también conocido como el jardín de la Ciudad, una zona con historia, árboles centenarios y un encanto que se mantiene intacto.
La peatonal Fernández de Enciso se convirtió en el corazón gourmet del barrio: veredas tranquilas, casonas con jardines y cafés donde el brunch se disfruta bajo el sol.
Entre los favoritos de quienes buscan sabores dulces, Betular Patisserie es uno de los más elegidos del barrio. La casa de pastelería del reconocido chef Damián Betular ofrece macarons, petits gateaux, bombones y tortas que se pueden comer ahí o llevar para comer en la plaza de Villa Devoto, ubicada a pocas cuadras.
Los mejores restaurantes de Villa Devoto para descubrir sabores únicos en Buenos Aires
Además del circuito cafetero, Villa Devoto ofrece una propuesta gastronómica sólida y diversa, que va desde bodegones tradicionales hasta experiencias de alta cocina. En la esquina de Mosconi y Gualeguaychú, se encuentra un restaurante cooperativo que combina cocina de autor con compromiso social: platos estacionales, vinos naturales y un ambiente relajado que invita a quedarse.
Para quienes prefieren los sabores ibéricos, hay una propuesta de tapeo moderno que rescata recetas españolas con un toque de autor. Y si de clásicos se trata, no pueden faltar el Café de García, con su picada histórica, ni el Bar Alemán, donde la tradición se vive plato a plato.
Villa Devoto se consolidó como uno de los polos gourmet más atractivos de la ciudad. Lejos del bullicio, pero con una identidad vibrante, combina el verde, la arquitectura clásica y una escena gastronómica en plena expansión.