lunes, mayo 5, 2025
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Antes del juicio oral, confirman una prueba demoledora contra Cristina y Máximo Kirchner en un caso por lavado



En poco más de 50 páginas, y aún con carácter de borrador, la pericia contable sobre Hotesur SA, ordenada por el Tribunal de juicio oral, expone números en rojo, falta de solvencia económica, un negocio poco rentable, contratos sin mayor respaldo, un listado de clientes preferenciales, y una relación “de confianza” entre los ex presidente y el empresario Lázaro Báez que “garantizaba el pago de alquileres” pese a que el negocio no marchaba.

Néstor y Cristina Kirchner no procuraron ninguna exigencia legal para garantizar que el inquilino de Hotesur les pague. Ni garantes ni ningún bien valioso que pueda oficiar de respaldo por si se generaba deudas o falta de depósito del canon mensual acordado.

Había una certeza previa a la firma de cada contrato: sabían que el empresario “hecho a medida”, no iba a fallar. Así como Austral Construcciones fue creada para tener como único cliente al Estado nacional, bajo el mismo concepto Báez adquirió Valle Mitre SRL, que tuvo un cliente exclusivo: a la familia Kirchner.

“Lázaro Báez no fue amigo y no lo es”, dijo durante el juicio de Vialidad y en tono enfático, Cristina Kirchner. Su abogado, Carlos Beraldi, redujo la relación a propietaria-inquilino. «Uno alquilaba y el otro pagaba». Pero cuando la justicia federal firmó la sentencia condenatoria sostuvo que a Báez y a la ex vicepresidenta los unía un vínculo “espurio y corrupto”.

El Tribunal Oral Federal 5 (TOF 5), integrado por los jueces José Michil, Nicolás Toselli y Adriana Palliotti tienen la responsabilidad de realizar el debate público del caso unificado Hotesur-Los Sauces.

Después de tres pedido del fiscal general Diego Velasco, Michilini ordenó que se reanude una pericia contable sobre la firma hotelera que está bajo la lupa. Clarín accedió a un borrador del estudio técnico que se había iniciado en 2022 y que cuenta con un importante grado de avance.

Creada a medida

Valle Mitre SRL fue la compañía que manejó Hotesur desde que la familia Kirchner la adquirió hasta mediados de 2013. La compañía tenía una particularidad: tenía como clientes únicos a los hoteles de los Kirchner y pagaba mes a mes el canon acordado por la explotación y alquiler de Hotesur.

Parte de esos pagos se hacía con cheques de pago diferido emitidos por la propia Dirección Nacional de Vialidad en favor de la empresa Austral Construcciones SA, la compañía constructora de Báez que fue la que más se benefició con la obra pública kirchnerista.

Los hoteles de Cristina, Máximo y Florencia Kirchner fueron epicentro, al menos así lo determinaron 16 funcionarios judiciales (entre jueces y fiscales de diversas instancias), de operaciones de lavado de activos. El requerimiento de elevación a juicio oral del caso Hotesur – Los Sauces, sostiene que ambas compañías (hotelera e inmobiliaria respectivamente), no tenían como finalidad poseer un giro comercial real, sino ser “una pantalla” para maniobras de blanqueo.

El informe pericial que se reanudó por orden del TOF 5, tiene un importante grado de avance según la documentación a la que accedió Clarín. Entre análisis de peritos oficiales, de parte y del Ministerio Público Fiscal, hay aseveraciones que ponen en crisis el principal argumento del abogado Beraldi: “Uno alquilaba y el otro pagaba”.

Entre los años 2008 y 2009, Néstor Kirchner y sus empresas Hotesur y Los Sauces encomendaron el gerenciamiento de los hoteles Alto Calafate, Las Dunas y La Aldea del Chaltén a la empresa Valle Mitre, de Lázaro Báez.

Esos alquileres se “acordaron en sumas realmente significativas, superiores en conjunto a los cien mil dólares mensuales y por montos finales millonarios en pesos. No sólo les permitió a sus dueños neutralizar todo riesgo inherente al rubro (turismo) sino que, principalmente, les aseguró el sostenimiento de un emolumento constante sin contingencias posibles”, se explicó a la hora de trazar un puente entre Vialidad y Hotesur.

La pericia que aún reviste carácter de borrador, contando con puntos inconclusos, otros bajo revisión e intercambio con los demás profesionales intervinientes, analiza un aspecto central: ¿Tenía respaldo económico Lázaro Báez para administrar a Hotesur?

Negocio exiguo

Son tres los contratos que firmaron Valle Mitre y Hotesur, y que estuvieron bajo estudio de los peritos judiciales.

El primero de ellos, de noviembre de 2008, refería a la cesión y la explotación del hotel Alto Calafate, propiedad de Hotesur. Ese contrato determinó que la cesión de los bienes y mercadería sería por 100.000 dólares y 40.000 dólares por mes en concepto de canon.

El período siguiente, entre 2009-2010, fue por 80.000 dólares por mes, y el correspondiente a los años 2011-2012 se celebró en pesos argentinos, por 469.272 peso mensuales.

Frente a esos tres contratos los peritos oficiales trazaron una línea de tiempo que reveló datos significativos.

Como punto de partida señalaron que al 31 de diciembre de 2008 el 88,53% del activo de Valle Mitre estaba destinado a atender obligaciones con terceros -los pagos a los Kirchner- por lo que quedaba un saldo menor al 12% disponible para otros fines.

El siguiente número da cuenta de algo que el Ministerio Público Fiscal remarcó desde la etapa de instrucción: Valle Mitre no ganó comercialmente administrando a Hotesur.

El informe pericial explica que, «por cada peso que debía la empresa, disponía de 0.55 centavos para cancelarlo”.

Contratos sin garantes, inmuebles sin seguros

Esa insostenible ecuación económica tampoco era prevista por los dueños de Hotesur con ninguna cláusula habitual en cualquier contrato de alquiler. En ninguno de los tres contratos entre Valle Mitre y Hotesur hay alguna cláusula que garantice un resguardo para la familia Kirchner.

Otro dato: había cláusulas en los contratos donde se exigía la contratación de un seguro por 5 millones de dólares, pero los peritos y los investigadores judiciales, jamás pudieron dar con la documentación que verifique la existencia de una contratación. Tampoco hay facturas que acrediten el pago de la misma. Los peritos añadieron que en la contabilidad de Valle Mitre tampoco se registra nada.

La evidencia demuestra que los Kirchner no requerían un garante: sabían que esa contabilidad no presentaría retrasos ni ausencia de los millonarios depósitos mes a mes.

¿Una empresa con respaldo económico?

“El nivel de incertidumbre con respecto a la cobranza resulta inversamente proporcional, en parte, al nivel de conocimiento y confianza que existe entre las partes”, entendieron los peritos oficiales.

Lázaro Báez iba a pagar sí o sí. Esa certeza era preexistente a cualquier contrato, posiblemente, porque como se entenderá en números, Valle Mitre sólo fue creada para garantizar pagos mensuales -durante años-, a sus únicos clientes: Néstor y Cristina Kirchner.

Ni siquiera hizo falta procurar alguna historia profesional. La empresa de Lázaro Báez “no demuestra haber contado con un nivel de antecedentes relevantes en el campo de la administración hotelera en forma previa a la firma de los respectivos contratos con Hotesur”, se volcó en el documento.

Esta certeza se confirmó con el análisis de los estados contables. A diciembre de 2007, en su primer ejercicio con movimiento comercial, el monto total de ventas que de Valle Mitre es de 430.095,080 pesos, mientras que el resultado del mismo es de 10.619,86 pesos.

“Ambas cifras demuestran que hasta ese momento el nivel de negocios de Valle Mitre era pequeño en movimiento y casi nulo en resultado. El patrimonio neto a la fecha mencionada era de 287.598,21 pesos, lo que también denota una capacidad propia de negocios bastante exigua”, contemplaron los especialistas.

Dinero “sólo para un mes de alquiler”

En ese mismo año 2007 ocurrieron más cosas raras. En diciembre, Austral Construcciones le prestó a los ex presidentes 8.329.596,60 pesos. Esos fondos permitieron concretar la adquisición de Hotesur, dueña del hotel Alto Calafate, en febrero de 2008. Hacia mayo del mismo año, firmaron un contrato de locación con Valle Mitre, sin experiencia en el rubro y sin actividad comercial.

Pero los peritos consideran que Valle Mitre poseía un movimiento económico “sumamente escaso para encarar un contrato como que el que regiría a partir del 10 de noviembre de 2008” con la firma hotelera.

La ecuación no cerraba: sólo el alquiler mensual ascendía a 40.000 dólares -lo que equivalía en aquella época aproximadamente a 133.000 pesos- y el monto correspondiente a la transferencia de inventarios era de 100.000 dólares, lo que resultaba equivalente a 332.000 pesos. O sea que su patrimonio neto de438.093,27 pesos “sólo alcanzaba para cubrir esa transferencia y un único mes de alquiler”, se consignó.

Ningún número cierra en esta trama de negocios. El porcentaje de utilidad final que tuvieron Valle Mitre y Hotesur sobre las ventas de cada ejercicio económico es dispar: la firma hotelera llegó a tener como máximo un 61,52% en el año 2011, mientras que Los Sauces llegó a un 4,04% en el año 2010.

Respecto de los gastos operativos (salarios, alquiler, etc.), en «Los Sauces su porcentaje mínimo fue de 55,36% en 2012. Mientras que Hotesur su porcentaje mínimo fue del 5,36% en 2011”, se analizó.

Por eso los peritos concluyeron que hubo “considerables diferencias en los beneficios totales recibidos por cada empresa, siendo Hotesur la más beneficiada durante el cumplimiento de los contratos referidos”.

La sentencia del caso Vialidad había arribado a una conclusión parecida: “en contraste con las extraordinarias ganancias obtenidas por Cristina Kirchner, se calcula que la firma Valle Mitre sufrió pérdidas en promedio de 6.179.286,35 pesos, al valor de esa época”.

Una caja asegurada

Desde 2009 a julio de 2013, Lázaro Báez pagó a la ex presidenta 27.592.110 pesos a través de Valle Mitre, por la explotación del hotel Alto Calafate, la hostería Las Dunas (que originalmente perteneció a Lázaro Báez y la vendió a los Kirchner para después alquilarlo) y La Aldea de El Chaltén, que se construyó sobre un terreno a nombre del dueño del Grupo Austral.

El alquiler del Alto Calafate incluyó otro valor significativo: entre 2010 y 2011, el 50% de lo facturado por el complejo turístico fue gracias a seis empresas de Báez que alquilaron habitaciones y el salón de conferencias del lugar.

¿De dónde provenían los ingresos de Valle Mitre y de las demás empresas de Báez? de Austral Construcciones. ¿Y los ingresos de Austral? De las obras públicas que le daban los gobiernos K y Báez no terminaba.

Hubo otro circuito: Austral otorgó créditos internos a Valle Mitre por 71 millones de pesos. Con ese flujo de fondos que provenían de la obra pública vial, Báez garantizó el pago mensual a Néstor y Cristina Kirchner por el alquiler y explotación de Hotesur.



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