Son parte del desayuno tradicional en muchos países, en especial en Estados Unidos, tal como puede apreciarse en escenas de multitud de películas. Los huevos revueltos son una forma rápida y sencilla de comenzar el día con mucha energía.
Preparados solos o acompañados con tiritas de panceta o trozos de salchicha, el secreto de su energía es que aportan muchas proteínas.
Uno de los aportes polémicos de este platillo es el colesterol. Sin embargo, si se tiene en cuenta solo el huevo, sin panceta ni salchichas, ahora se considera que favorecen al colesterol bueno, el HDL.
Precisamente de Estados Unidos, donde los huevos revueltos son tan populares, provienen los datos que detallan cuántas calorías aportan.
La moda mundial de revalorizar a los huevos de gallina ha crecido mucho en las últimas décadas a partir de investigaciones médicas que avalan que su consumo es uno de los nutrientes más completos para el ser humano.
Los huevos revueltos en el desayuno son una fuente de beneficios. ¿Pero, cuántas calorías nos suman?
En cuanto a los aportes calóricos de una porción de huevos revueltos (100 g), el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) detalla que contiene lo siguiente:
Está claro que, y en esto ha puesto mucho conocimiento la medicina, el huevo de gallina es una de las proteínas más sanas para el ser humano y su dieta.
Como dijimos, hacer huevos revueltos es muy sencillo. El asunto es mezclar en una sartén entre dos y tres huevos por persona, condimentar con sal y pimienta, agregar una cucharadita de manteca o aceite, y un poco de leche o crema, para que la preparación resulte más cremosa.
Ya con los ingredientes en un recipiente, con un tenedor, hay que batir los huevos y la leche hasta que la mezcla sea homogénea y espumosa. Luego calentar una sartén antiadherente, agregar la manteca y dejar que se derrita.
El siguiente paso consiste en verter la mezcla de huevos en la sartén y dejar que se cocinen unos segundos, sin revolver. Luego, con una espátula, moverlos desde los bordes hacia el centro.
Revolver de manera constante y suave, evitando su sobrecocción, porque la mezcla debe quedar esponjosa, no dura. Si prefieres los huevos más cremosos, puedes retirarlos del fuego antes de que estén completamente cocidos. Servir de inmediato con pan tostado, café con leche, queso o frutas frescas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) reconoce al huevo como uno de los alimentos más nutritivos. Y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a las personas sanas consumir un huevo al día.
Excelente fuente de proteínas de alta calidad, el huevo también es reconocido por contener varias vitaminas, como la A, las del complejo B y D, y minerales esenciales, como el selenio.
El huevo, además, contiene luteína y zeaxantina, dos antioxidantes que son importantes para la salud ocular. La colina, otro de sus componentes, resulta esencial para la función cerebral y la memoria.
Pero de sus datos nutricionales por porción, los 277 mg de colesterol y las 148 kcal, nos lleva a pensar que no podemos abusar de él si se tiene naturalmente colesterol alto o se padece de una enfermedad cardíaca. En ese caso, se debe limitar el consumo de huevo a uno en tres días de la semana.
Sin enfermedades, se puede consumir un huevo al día. Pero siempre, ante el hecho de agregar nuevos productos a la dieta de todos los días, se recomienda consultar con el médico de cabecera.
