El brutal asesinato de Franco Aráoz, quien tenía 13 años y fue asesinado en 2019 presuntamente a manos de un amigo de por entonces 16 años en un campo entre la ciudad de Río Segundo y la localidad de Toledo, sigue sin tener resolución judicial.
Franco fue asesinado a mazazos en la cabeza y recibió además puntazos. Según la causa, fue asesinado por su amigo para robarle una bicicleta.
El acusado, hoy de 18 años, está imputado por homicidio calificado por alevosía y robo.
El terrible drama, ocurrido el 20 de enero de 2019, causó conmoción y movilizó a gran parte de la sociedad de aquella región, por un lado, por las edades de los protagonistas y, por otro, las características del hecho.
A más de dos años del homicidio, estaba previsto que en pocos días arrancara el juicio, pero finalmente se postergó debido a que la jueza que instruyó el caso debió apartarse. Se trata de la jueza Juvenil de Río Segundo, María Ligia Tulian.
Según se explicó desde la Justicia, quien instruye el caso, no puede juzgar al principal acusado porque supuestamente ya fijó posición. También se apartó un juez de Alta Gracia.
Ahora, deberá asignarse un nuevo juez o jueza. Se espera que la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) resuelva en próximos días.
La abogada de la familia de la víctima, Rebeca Lever, dijo que el juicio debía comenzar en breve y que se produjo la postergación.
El principal acusado por el asesinato es Lautaro G., quien ya tiene 18 años. Permanece alojado en el Complejo Esperanza, establecimiento que depende de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf).
Por haber sido menor al momento del asesinato, su destino debe ser resuelto por un Juzgado Juvenil que decida qué tratamiento definitivo debe recibir. No está claro hasta cuándo quedará en el Complejo Esperanza y, si se llega a dictarse su culpabilidad, tampoco está precisado dónde quedará alojado y por cuánto.
“Alevosía”
“Ese muchacho mató a Franco de la peor manera para robarle la bicicleta. Debe recibir perpetua, no puede volver a salir más de la cárcel. Robó y mató a su amigo, Franco, desde atrás y por sorpresa. Lo atacó con una maza y luego le aplicó puñaladas”, señaló ayer la abogada Lever, quien reclamó un juicio pronto.
“La familia está devastada y reclama justicia. El asesino debe ser juzgado y recibir pena y no salir en libertad más. Porque va a volver a matar…”, señaló la letrada, quien remarcó que Lautaro “ya confesó el crimen” en su momento ante la Policía y ante la fiscal Patricia Baulies.
“Confesó el crimen. Dijo que fue a buscar a Franco a su casa y, para robarle la bicicleta lo mató de manera salvaje”, indicó la abogada.
En la causa hay otro joven imputado. Se llama Alan y también era menor de edad al momento en que sucedió todo.
Este joven está acusado por encubrimiento calificado. Concretamente se lo acusa de haber hecho desaparecer la bicicleta robada a Franco.
Según explicó la letrada, todavía no se confirmó una nueva fecha para el comienzo de las audiencias.
Por una bicicleta
Franco Aráoz tenía 13 años, era el mayor de tres hermanos y vivía con su familia en un barrio de clase media en el ingreso a Río Segundo, a 60 kilómetros de la Capital.
Aquel domingo 20 de enero de 2019, alguien pasó a buscarlo y juntos partieron con la bicicleta.
Como Franco no volvía a casa, su madre comenzó a llamar. El celular no respondía. Con el peor de los pálpitos, comenzó a buscarlo entre amigos y conocidos. Nada.
Esa misma noche, la familia radicó la denuncia por la desaparición y la Policía se puso a investigar.
“Esa misma noche se empezó a trabajar”, supo explicar el por entonces jefe policial de Río Segundo, Julio Oro. “Nunca dejamos de actuar. Fue una labor intensa que lamentablemente no nos permitió hallarlo vivo”, indicó el comisario inspector.
Las peores noticias se conocerían recién el lunes siguiente.
La investigación policial no tardó en dar con Lautaro G., de por entonces 16 años. Varios testigos habían relatado haberlo visto ese domingo junto con Franco.
Lautaro fue encontrado y trasladado a una sede policial. Durante largo rato fue entrevistado por la Policía. Según la versión oficial: finalmente, el mismo adolescente comenzó a hablar y relatar qué había sucedido.
Según fuentes policiales y judiciales, el adolescente reconoció que había estado con Franco en un campo camino a Toledo y que es usado por muchos chicos de esa población para drogarse. Allí fue el crimen. Según voceros, Lautaro admitió haber matado a Franco con una maza. “Nos desconocimos”, habría manifestado. El acusado llevó a la Policía adonde estaba el cuerpo.
Acusado. Lautaro, hoy de 18 años, permanece alojado en el Complejo Esperanza. La abogada de la familia de la víctima precisó que el joven está acusado por homicidio calificado por la alevosía y por robo. El muchacho debía ser sometido a un juicio.
Víctima. Franco Aráoz tenía 13 años. En enero de 2019, desapareció en Río Segundo y fue hallado asesinado con feroces golpes en un campo. Según la causa, un amigo (Lautaro) lo mató con golpes de una maza y puntazos para robarle la bicicleta.
*Especial
El texto original de este artículo fue publicado el 22/02/2021 en nuestra edición impresa.