A ritmo de Sábado, coinciden los propios comerciantes de los paseos de negocios del Conurbano. El panorama es contundente: la mayoría de las persianas se levantaron, quizás un poco más tarde de lo habitual para un día de semana.
En Puente Saavedra, Vicente López, habia bastante gente por la casi normalidad del funcionamiento de los colectivos. Gente que subía y bajaba en el centro de trasbordo de la avenida Maipú 45, con buena actividad en la zona comercial.
En cambio, en la estación de Lanús había poca gente pero con locales abiertos. «Sabés que noté, bastante personas caminando por Hipólito Yrigoyen de Remedios de Escalada. Serán unas 20 cuadras. Muchos están usando la bicicleta», señala Silvana, lanusense de nacimiento. Lo mismo sucede en la peatonal Mitre, que conecta el palacio municipal con la estación San Martín, en este Partido de la Primera Sección electoral.
En el centro de Caseros, en Tres de Febrero, la foto suele ser de 2 personas en cada parada, aunque menos gente caminando que un día normal.
Una fija: buena parte de los que aceptan hablar con Clarín se quejan del paro convocado por la Confederación General de los Trabajadores que, al menos en lo retórico, fue por la situación que viven los jubilados. «Estos sindicalistas se fumaron a todos los presidente, a todos los modelos económicos y a diferentes camadas de trabajadores. Ellos siguen en sus cargos y tiene más guita y poder que los grandes empresarios que ellos dicen negociar por el supuesto bien de sus afiliados cautivos», se queja Manuel González, quiosquero de Villa Adelina, en el límite entre Vicente López y San Isidro.
Yendo más hacia el Norte, en Tigre, la avenida Cazón también se muestra con comercios queriendo vender aunque poca gente caminando. Como muchos otros paseos a cielo abierto del Gran Buenos Aires, el movimiento de clientes se nutre con los que llega en tren. El paro de los ferroviarios sí pegó fuerte en circulación de personas en los centros comerciales.
Para los empleados que realmente se les complica llegar al trabajo sin el funcionamiento de los trenes, hubo jefes que les pagaron el viaje de la aplicación de autos. Otros dueños de comercios prefirieron abrir sus locales con ellos mismos atendiendo.
En varios barrios de La Plata, los colectivos parecían circular con más fuerza que los autos y taxis. Pero iban semivacíos, sobre todo después de la media mañana. Los comercios sí abrieron, como los gimnasios para hacer actividades físicas. Poca gente en el bulevar pegado a la Municipalidad y la plaza de la Catedral.