Si la aprobación en el Senado bonaerense del proyecto que habilita las reelecciones indefinidas para legisladores y concejales fue trabajosa y de alto costo para la imagen de los que votaron a favor, el trámite en Diputados -requerido para que sea ley- se vislumbra más pantanoso aún. Los plazos son acotados, las negociaciones con la oposición por ahora están frías y el acuerdo dentro del peronismo asoma turbulento.
La propuesta aprobada este martes en una muy ajustada votación que tuvo que desempatar la presidenta del cuerpo, la vicegobernadora Verónica Magario (el conteo nominal terminó 22 a 22), deberá debatirse en la Cámara Baja provincial en menos de tres semanas. Caso contrario la iniciativa mutaría en abstracta.
Es que el sábado 19 de julio vence el plazo para presentar las listas de diputados y senadores provinciales, concejales y consejeros municipales. El marco normativo que impulsó el kirchnerismo provincial alcanza a esos cargos. Y si la iniciativa que tuvo media sanción del Senado el martes por la noche no se convierte en ley antes de esa fecha, no tiene sentido la reforma porque no se podrán inscribir en las postulaciones quienes ya cumplieron dos mandatos.
Hay 21 parlamentarios alcanzados por la restricción que se pretende levantar (12 diputados y 9 senadores) que pertenecen a todos los partidos. Y poco más de un centenar de concejales en los 135 distritos bonaerenses que tampoco podrían reelegir.
Pero se avizora un camino escarpado para llegar a la aprobación. El reglamento legislativo requiere que para ingresar a Diputados y que tome “estado parlamentario” se necesita que haya una sesión. Aún no está convocada, pero fuentes de varios bloques dijeron a Clarín que ese trámite se cumpliría el próximo miércoles.
Luego, el despacho identificado como “E- 100 2025/2026”, redactado por el senador kirchnerista Luis Vivona, debe someterse al escrutinio de las comisiones de Legislación General y Asuntos Constitucionales, como mínimo.
Se trata de una modificación de artículos del Decreto Ley 6.769 (de 1958), la régimen electoral y de la Ley 13.688, sancionada en 2016 en la gestión de María Eugenia Vidal. Entonces, tuvo el acompañamiento y apoyo del Frente Renovador de Sergio Massa.
La Ley actual, la 14.836, prevé que legisladores, concejales y consejeros pueden ocupar un máximo de 8 años consecutivos (dos mandatos) sus bancas. Establece que los funcionarios deben esperar obligatoriamente, al menos, un mandato antes de postularse para el mismo cargo.
La modificación no alcanza a los intendentes que -si se aprueba este proyecto- mantendrán el “cepo” electoral de dos gestiones como máximo.
Con el recorrido en comisiones y si logran mayoría para aprobar el despacho, la presentación en el recinto sería en la semana del 8 al 11 de julio (con el 9 feriado, sin actividad). Casi no hay margen para errores de cálculo.
Pero todo no es tan lineal. Primer escollo: la Cámara baja está presidida por Alexis Guerrera, un dirigente del massismo que -como ya lo hizo en el Senado y también en manifestaciones públicas recientes- rechaza las reelecciones indefinidas. Ese sector interno del peronismo tiene, además, 10 bancas propias, del total de 37 que corresponden a UxP. Además, integra esa bancada Lucía Klug, que pertenece a Patria Grande, de Juan Grabois, opuesta al proyecto.
Inconveniente serio: en una eventual sesión llamada para abordar la re reelección, el oficialismo estaría lejos del quórum. Se necesitan 47 legisladores y aunque se sumen los 9 “libertarios blue” y los dos de la izquierda, estarían con necesidad de mas voluntades sentadas en las bancas.
“Que busquen los votos los que están interesados en sacar la ley. Nosotros no moveremos una sola pieza”, decían este miércoles en el rincón massista de Diputados.
Los representantes del PRO mantienen la cohesión. Son 13 y todos impugnan la iniciativa. Lo planteó el martes el jefe de bloque del Senado, Cristian Gribaudo: “atenta contra el principio democrático de la alternancia, rompe un acuerdo con la sociedad que se concretó en 2016 y busca reinstalar privilegios que la sociedad rechazó”.
El radicalismo tiene dos líneas internas pero -según pudo constatar este diario- por ahora ambas son renuentes a avanzar en el trámite para convertir en ley las re reelecciones. Entre quienes responden a Maximiliano Abad y los que están alineados con Martín Lousteau, suman 15. Todos votos en contra.
El bloque de 13 integrantes de LLA “oficial” mantiene firme su postura negativa, como hizo en el recinto del Senado.
Diputados tuvo sesiones malogradas por faltas de consenso interno (entre La Cámpora y el sector de Axel Kicillof) y con la oposición. Ocurrió en la discusión del presupuesto, la ley fiscal y también -en varias ocasiones- con el desdoblamiento de las elecciones.
Ahora las autoridades no quieren quedar expuestos a estos quiebres a cielo abierto. “Cuando tengan los votos que pidan la sesión. Así evitamos papelones y escándalos para una ley que tiene nula aceptación y resulta difícil de defender”, se sinceran cerca de la Presidencia del cuerpo.
