En busca de objetos robados, la Policía de Córdoba encontró una importante cantidad de cocaína. Escrito de otra manera: pese a que desde fines de 2012 esta fuerza ya no se ocupa de perseguir al narcotráfico, en diferentes operativos los uniformados continúan encontrando droga.
Esta vez, fueron los agentes de las Brigadas Civiles, que dependen de la Dirección General de Investigaciones Criminales, los responsables del hallazgo de la sustancia ilegal. Primero, en la esquina de Bruno Tapia y Justiniano Posse, barrio Jardín, al sur de la ciudad de Córdoba. Allí, los policías controlaron un vehículo y se toparon con casi dos kilos y medio de cocaína, además de cerca de cinco mil pesos en efectivo. En el procedimiento fue secuestrado el auto Renault Clio Fase 2, ya que tenía el número de motor adulterado, y se procedió a la detención de su conductor, un hombre de 53 años con domicilio en Villa El Libertador.
En tanto, en un domicilio de Cumbre de Perchel al 5000, en la Segunda Sección de barrio Santa Isabel, también en el sur cordobés, los agentes que ingresaron a allanar en busca de aparatos electrónicos supuestamente robados se llevaron una sorpresa mayor: 86 envoltorios de cocaína de alta calidad (“alita de mosca”) ya listos para su venta al menudeo, según se presume. Además, se encontró una “piedra” de 85 gramos de la misma droga, por lo que en total se secuestraron más de 100 gramos de “alita de mosca”. En el lugar se hallaron tres balanzas y dos celulares, por lo que fue detenida una pareja que residiría allí, según se informó de manera oficial.
En la provincia de Córdoba, es la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA), que depende del Ministerio Público Fiscal, la que está encargada de manera oficial de la persecución de la venta ilegal de estupefacientes al menudeo. Este eslabón del amplio engranaje narco en Córdoba es de competencia de la Justicia provincial, mientras que el fuero federal se ocupa del tráfico a mayor escala.
El texto original de este artículo fue publicado el 7/10/2020 en nuestra edición impresa.
