«Él pegaba más fuerte que yo», dijo Sinéad O’Connor al contar la «aterradora experiencia» que significó relacionarse sentimentalmente con Prince. En el video de su inolvidable canción, su único éxito, el tema Nothing Compares 2U, la artista entró en las grandes ligas.
Todo el mundo vio alguna vez en pantalla sus lágrimas correr. «Eran de verdad», declaró. Podrían haber sido producto del vínculo tóxico con Prince, quien además es el autor del hit. Pero no.
Sinéad vendió millones de copias y estuvo al tope de los rankings de 14 países. Se volvió multimillonaria en cuestión de meses. ¿Prince estaba celoso? En realidad, ella había hecho una versión de un tema de su célebre pareja. Hasta ese momento, la chica rapada de veintipocos era una completa desconocida a la que miraban raro cuando iba al supermercado.
Con nuevos arreglos instrumentales, el tema pertenece a su segundo álbum, I Do Not Want What I Haven’t Got. Una desconocida, encima de Irlanda, made in U2 y con una canción que, de algún modo, incluía a los de Bono y compañía en el título.

En su sentida interpretación para ver, Sinéad se emborracha de memoria emocional. Usó la técnica del método Stanislavski. Hizo eso que le permite a los actores conectar con sus personajes mediante sus propias experiencias traumáticas. ¿Lloraba por las palizas de Prince? No, por su madre, a quien había perdido en un accidente automovilístico en 1985.
Un video que recorrió el mundo
El corte fue lanzado al mercado como segundo simple, pero estalló gracias al videoclip. En diciembre de 1990, la revista Billboard la puso como «canción #1 en el mundo» en la edición estrenol de los Billboard Music Awards.
Prince, su autor, también publicó una versión en vivo en 1993. Tan famosa es la otra, que más que un cover parece un biri biri. La original, de 1984, está editada en su álbum recopilatorio y póstumo Originals en 2019.
«Quería que yo fuera su protegida y me ordenó que no insultara durante las entrevistas», contó Sinéad. «Le dije que se fuera a la mierda. Entonces subió las escaleras y agarró una almohada con algo duro dentro. Me repitió que no le gustaba que dijera malas palabras en las entrevistas. Estaba bastante violento. Tuve que escapar de su casa a las cinco de la mañana. Pegaba más fuerte que yo”.
La balada interpretada por ella resultó un éxito mundial en su Irlanda natal, en Australia, Canadá, Alemania, Austria, México, Holanda, Nueva Zelanda, Noruega, Suecia, Suiza, Reino Unido y los Estados Unidos, entre otros países. La canción figura en las listas de las mejores de todos los tiempos de Time, Billboard y Rolling Stone.
El video sigue siendo increíble. Se la ve caminando por el parque Parc de Saint-Cloud en París. El rostro en primer plano. Una de las escenas más populares es cuando llora al cantar “Todas las flores que plantaste, mamá, en el patio murieron cuando te fuiste”.
El misterio de su calva

Al margen de la melodía, si los clips fueran una extraña carrera belleza, Sinéad gana dando una ventaja evidente: rapada, ojos tamaño animé, la curva de su cráneo. En la desnudez de esa cara, además, hay un estado de pureza inédito y perturbador. Ni Gena Rowlands logró transmitir tanto en tan poco tiempo. «No me siento yo cuando tengo cabello”, declaró a The New York Times en 2021.
En 1991 habló del asunto capilar con Spin: “Para mí, raparme la cabeza nunca fue algo consciente. Nunca hice una declaración. Simplemente estaba aburrida un día y quise raparme la cabeza, y literalmente eso fue todo, Las mujeres que son admiradas son las que tienen el pelo rubio y los labios grandes y llevan labial rojo y faldas cortas, porque esa es una imagen aceptable de una mujer. Como no tengo pelo, la gente piensa que estoy enojada”.
Dijo más: “También es peligroso ser guapa, porque me violaban y abusaban de mí en todos los lugares adonde fui. No quería vestirme como una chica. No quería ser linda”.

El videoclip rotaba sin parar. Por eso ganó tres estatuillas en la edición de 1990 de los MTV Video Music Awards: mejor video del año (representando la primera victoria para una artista mujer), mejor video femenino y mejor video post-moderno.
¿Algo más con respecto al temperamento de Prince? Sí, O’Connor aseguró que el músico estaba metido con «drogas bastante oscuras en aquella época» y que ella no fue la única en pasar por una situación similar. «Una de las chicas de su banda terminó en el hospital con las costillas rotas después de ser golpeada por él».