El 52% de los argentinos reconoció haber tenido en algún momento de su vida vínculos sexoafectivos que incluyeron a terceros (sea esto consensuado o no). La infidelidad (27%) y las relaciones abiertas (26%) se ubicaron como las formas más comunes entre los encuestados.
Los datos surgen de un estudio realizado por Dive Marketing para la app de citas Gleeden a cuya presentación asistió Clarín, donde se analizaron tendencias en México, Colombia, Argentina y Brasil, con una muestra de 1773 participantes.
Más allá de la estadística, el sondeo mostró que la libertad amorosa aún tiene barreras: el 86% de quienes intentaron una relación no monogámica enfrentaron obstáculos, siendo la presión social el mayor enemigo. Sin embargo, los vínculos no tradicionales se practican a pesar de la percepción negativa que existe hacia ellos, y los argentinos muestran una creciente intención de explorarlos aún más.
Entre los argentinos, el resto de acuerdos más elegidos por aquellos que participaron de los mismos fueron polifidelidad (11%), poligamia (10%), poliamor (9%), tríadas (7%), swingerismo (6%) y anarquía relacional (4%).
Al respecto, la psicóloga clínica especializada en sexología clínica y terapia sexual María Florencia Pollicita aseguró: “La monogamia, y con ella la concepción de la infidelidad, está perdiendo su centralidad ante el surgimiento de nuevas formas de relacionarse. Lo más interesante es que las personas no solo están explorando estas alternativas, sino que expresan abiertamente su intención de adoptarlas”.
A nivel local, las relaciones abiertas son la única forma de no monogamia con mayor prevalencia que en el resto de América Latina, superando el promedio regional en 2%. Por su parte, la mayor intención de exploración se centra en otras formas relacionales, como las tríadas (32%) y el estilo swinger (31%). En tanto, la anarquía relacional es la menos común en el país, ubicándose 8 puntos por debajo del promedio latinoamericano.
Prejuicios y percepción negativa hacia los vínculos no tradicionales
El sondeo determinó que el 86% de los encuestados en el país experimentaron por lo menos una barrera al enfrentarse a la no monogamia.
El 6% de los argentinos dijo haber tenido experiencias swingers, mientras que el 31% desearía hacerlo. Foto ilustración Shutterstock.Los responsables del estudio mencionaron que los argentinos tienden a sobreestimar las barreras asociadas con la no monogamia, percibiéndolas como más relevantes de lo que realmente son. La «comunicación» y el «respeto, límites y acuerdos» sugieren una habilidad en la que los argentinos podrían ganar más confianza.
Sin embargo, la ética y la moral representan una barrera que suele ser vivida de manera más frecuente de lo que se anticipa. Esto sugiere que esta barrera es principalmente interna, una lucha dentro de cada individuo.
“Aunque las relaciones no monogámicas son cada vez más visibles, siguen sin ser la norma. En definitiva la ética y la moral marcan el debate, los códigos de derecho siguen definiendo una forma única de vincularnos”, destacó Pollicita. Al respecto, añadió que a la hora de los vínculos sexoafectivos, la sensación es “estar hablando de a dos, pero con muchos fantasmas detrás que representan a toda la sociedad”.
El 27% de los argentinos admitió haber sido infiel. Foto ilustración Shutterstock.La mayoría de los argentinos cree que la diversidad vincular es el futuro
Según los resultados del estudio de Gleeden, los argentinos consideran que el futuro de las relaciones muestra una fuerte inclinación hacia la diversidad y la transformación de los vínculos, aunque existe cierto pesimismo respecto a la permanencia de la no monogamia. Se percibe que la soltería, la independencia y los vínculos artificiales (entre lo que incluyen el uso de inteligencia artificial y juguetes sexuales) tendrán una presencia aún mayor que las relaciones no monógamas.
Esta visión sugiere que, aunque hay una apertura al cambio en los modelos relacionales, también existe una preocupación por una posible desconexión emocional en el futuro. La creciente aceptación de alternativas tecnológicas y la priorización de la autonomía pueden indicar una transformación en la manera en que se entienden las relaciones afectivas, donde la individualidad y la autosatisfacción juegan un papel cada vez más central.
Los siguientes números reflejan la idea que los encuestados locales tienen sobre los vínculos sexoafectivos del futuro:
Los argentinos consideran que el futuro de las relaciones muestra una inclinación hacia la diversidad y la transformación de los vínculos. Foto ilustración Shutterstock.- Diversidad de tipos relacionales: 35% de los argentinos considera que en el futuro predominará la diversidad relacional, reflejando una visión de apertura hacia distintos tipos de vínculos.
- Soltería o vínculos artificiales: 26% cree que la soltería, la independencia y/o los vínculos artificiales (Inteligencia Artificial, juguetes eróticos, etc.) serán más comunes, lo que sugiere una tendencia hacia la autonomía afectiva y la digitalización de las relaciones.
- No monogamias: 19% considera que las no monogamias, las relaciones fluidas y personalizadas serán la norma, lo que indica una valoración creciente de la flexibilidad en los vínculos.
- Monogamias: 6% cree que la monogamia continuará predominando, con relaciones tradicionales y conservadoras manteniéndose en el centro de la vida afectiva
