El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, una de las figuras más duras e influyentes del gabinete de Benjamín Netanyahu advirtió este viernes que su país anexionará efectivamente sectores de la Franja de Gaza palestina si el grupo terrorista Hamas no libera al resto de los rehenes tomados por esa organización ultraislámica en el sangriento asalto del 7 de octubre de 2023.
Esta amenaza -según los analistas es la primera vez que se plantea oficialmente el interés de colonizar el enclave palestino-, se produce tres días después de que Israel reanudara sus bombardeos masivos contra Gaza, rompiendo la relativa calma que reinaba en el territorio palestino desde la tregua del 19 de enero.
“Ordené al ejército que tome más territorios en Gaza. Cuanto más se niegue Hamas a liberar a los rehenes, más territorio perderá, que será anexado por Israel”, dijo Katz en un comunicado. Lo cierto es que al caer la tregua se aleja de modo drástico la posibilidad de la liberación de los rehenes, lo que habilitaría el paso que plantea el ministro y que sus colegas integristas del gabinete han venido demandando.
El funcionario también amenazó con “ampliar las zonas de amortiguamiento alrededor de Gaza para proteger a las zonas de población civil” mediante una “ocupación israelí permanente” de estas áreas que también forman parte de los anillos de seguridad que Israel arma frente a eventuales colonias, como sucede de modo masivo en el otro territorio palestino, en Cisjordania.

Bombardeos sin pausa
La agencia de Defensa Civil de la Franja de Gaza afirmó que 11 personas murieron el viernes, tres en bombardeos antes del amanecer y otras ocho durante el día. Informes previos indicaron que suman 504 los muertos en total en el enclave desde que Israel reanudó sus ataques por aire y tierra disolviendo la tregua vigente. Se trata de uno de los balances más elevados desde que comenzó la guerra hace más de 17 meses a raíz de aquel ataque de la banda terrorista a una veintena de kibutzim en el sur de Israel matando a 1.200 personas, en su mayoría civiles.
El ejército instó el viernes a los residentes de las zonas de Al Salatin, Al Karama y Al Awda, en el sur de Gaza, a evacuar sus hogares ante la amenaza de un ataque. “Por su seguridad, diríjanse inmediatamente al sur, hacia los refugios conocidos”, declaró el portavoz militar israelí Avichay Adraee.
Las imágenes de AFP del norte de Gaza mostraban a gazatíes huyendo de sus casas por carreteras sembradas de escombros.
Dudas por el futuro de la tregua
Israel reanudó su ofensiva en Gaza alegando el estancamiento de las negociaciones indirectas sobre las próximas etapas de la tregua, cuya primera fase expiró a principios de mes.
Pero los críticos de la medida afirman que fue una estrategia para evitar ingresar en la segunda etapa que disponía la salida del ejército israelí del enclave palestino y a cambio se liberaba al resto de los rehenes. La tercera etapa consistía en la reconstrucción de los hogares, escuelas y hospitales de los palestinos.

Netanyahu propuso en cambio extender la primera etapa, en medio de las presiones de sus ministros integristas, entre ellos el de Finanzas, Bezalel Smotrich que públicamente han reclamado que se produzca la salida “voluntaria” de los más de dos millones de la Franja para recolonizar el lugar.
A esa estrategia obedecería el corte de los suministros de víveres, medicinas y energía que sostienen a los pobladores civiles no combatientes que han quedado en medio de este conflicto. El presidente de EE.UU. Donald Trump, en una propuesta que sorprendió al gobierno israelí, alentó a los halcones y escandalizó a los países árabes, recomendó una limpieza étnica del enclave que pasaría ser propiedad norteamericana y se construiría ahí un centro turístico de estilo europeo.
El ejército israelí indicó el viernes que interceptó dos “proyectiles” disparados desde Gaza, una acción que agudiza el regreso total del conflicto a sus etapas bélicas. Las nuevas operaciones militares israelíes a gran escala, coordinadas con Washington, provocaron una condena generalizada en la comunidad internacional y multitudinarias manifestaciones en Israel en demanda de que se priorice la liberación de los rehenes.
También manifestó su inquietud el presidente israelí, Isaac Herzog, que estimó que es “impensable reanudar los combates mientras aún” se intenta traer a los rehenes a casa.

Protestas contra Benjamin Netanyahu
Miles de manifestantes han salido a las calles de Jerusalén en los últimos días, acusando al primer ministro Netanyahu de reanudar las operaciones militares sin tener en cuenta la seguridad de los rehenes y obedeciendo a sus necesidades políticas. De las 251 personas secuestradas durante el ataque de Hamas, 58 siguen cautivas en Gaza, de las cuales el ejército declaró muertas a 34.
El ejército israelí anunció el jueves que sus tropas comenzaron a “llevar a cabo actividades terrestres” en la zona de Shabura de Rafah, la ciudad más al sur de Gaza, cerca de la frontera con Egipto. Los militares también cerraron la principal ruta norte-sur del territorio.
El gobierno prometió escalar la ofensiva israelí, utilizando “medios de presión” tanto civiles como militares. “Intensificaremos la lucha con bombardeos aéreos, navales y terrestres, así como ampliando la operación terrestre hasta que se libere a los rehenes y se derrote a Hamas”, prometió Katz.
Añadió que se utilizarán “todos los medios de presión, tanto militares como civiles, incluyendo la evacuación de la población de Gaza hacia el sur” y la implementación de lo que llamó “el plan de desplazamiento voluntario” de Trump en alusión a su polémica iniciativa.