Durante el Congreso Maizar 2025 se llevó a cabo el panel “De la teoría a la práctica: el cierre de brechas en manos de los productores”, donde se presentaron los avances del Programa Brechas, una propuesta impulsada por Pioneer con el objetivo de optimizar los rendimientos del cultivo de maíz a nivel nacional.
La presentación estuvo a cargo de Julián Isasti, integrante del equipo de Field Marketing de Pioneer, y José F. Andrade, investigador de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) y del CONICET. Ambos compartieron resultados preliminares y aprendizajes clave de esta iniciativa que involucra a asesores y productores de distintas regiones del país.
“Con este programa buscamos elevar los techos de rendimiento del maíz, entendiendo cuáles son los factores que impiden alcanzar el potencial productivo en cada ambiente”, explicó Izasti. Además, destacó la colaboración de Andrade, quien aporta al diseño metodológico y al análisis de datos del programa.
Andrade, por su parte, profundizó sobre el concepto de brecha de rendimiento, que representa la diferencia entre el rendimiento potencial —bajo condiciones óptimas— y el rendimiento real logrado a campo.
Según explicaron, medir esta brecha permite identificar cuán lejos se está del techo productivo y, sobre todo, qué prácticas de manejo pueden ayudar a achicar esa distancia de manera eficiente y rentable.
Entre los primeros resultados, Izasti subrayó mejoras significativas en el rendimiento gracias a una mejor utilización de fertilizantes y ajustes en el manejo general del cultivo. “Es clave entender qué tratamientos están implementando los asesores en cada zona, y cómo el trabajo del productor incide directamente en los resultados obtenidos”, afirmó.
Uno de los datos más relevantes compartidos fue el aumento en la eficiencia en el uso del agua. “Logramos una mejora de 3 kilos de grano por milímetro de agua utilizada. A escala país, esto podría traducirse en hasta 2.000 kilos adicionales por hectárea según la estrategia de manejo implementada”, explicó Izasti, evidenciando el impacto potencial de las decisiones agronómicas.
El Programa Brechas se basa en pilares técnicos concretos: la elección de la genética más adecuada para cada ambiente, el conocimiento profundo del entorno productivo, la correcta elección de la fecha de siembra, el ajuste de la densidad de plantas, una nutrición equilibrada y una estrategia integral de protección de cultivos. A esto se suma el uso de herramientas tecnológicas especialmente desarrolladas por Pioneer, que están disponibles para los productores.
Un aspecto diferencial de la propuesta es el enfoque colaborativo. Tanto técnicos como productores coinciden en resaltar el valor del intercambio técnico y el aprendizaje colectivo como motor del programa. “El trabajo conjunto nos permite mejorar año a año, con resultados concretos en el campo”, remarcaron desde Pioneer.
La segunda edición del Programa Brechas comenzará en agosto de este año, incorporando nuevos sitios de investigación y más asesores, con el objetivo de seguir avanzando hacia una agricultura más precisa, eficiente y sustentable
