Las tres torres que conforman el Centro Financiero Internacional de Shanghái son el resultado del trabajo del arquitecto Francisco González Pulido y su equipo, FGP Atelier + Jahn. Su innovadora propuesta fue la ganadora del concurso internacional que convocó a prestigiosos estudios internacionales.
El proyecto se desarrolla en tres volúmenes prácticamente idénticos, unidos por una pieza longitudinal ubicada sobre los vestíbulos de acceso a cada edificio. El principal reto para el arquitecto González Pulido fue cumplir con los objetivos de tres clientes diferentes y aún así crear un complejo unificado.
La pieza vincula transversalmente los prismas verticales de las torres, integra y da sentido a todo el proyecto. Sobre este puente se desarrolla una terraza ajardinada que otorga escala humana al edificio.

Esta pequeña-gran operación permitió que los residentes se sintieran parte de una misma experiencia, fomentando el sentido de comunidad. Al mismo tiempo, cada comitente conservó su autonomía y su identidad.
De este planteo de conectividad entre las tres torres surge la idea en planta de dos losas unidas por un puente de 3 m de ancho que genera atrios de 150 m de altura.
Son vacíos interiores atravesados por puentes y plataformas, destinados a las áreas de reunión y esparcimiento, que crean espacios públicos corporativos con vistas a la ciudad y al interior del edificio.

Otro diferencial de la propuesta es su implantación. El predio, comprendido por tres lotes unificados pertenecientes a cada uno de los comitentes, limita con el río Zhang Jia; al frente, con la avenida Yanggao y hacia el contrafrente, con el parque Zhiyuan.
Programa ambicioso en el Centro Financiero de Shanghái
“Nuestro partido fue el de integrar el aspecto urbano al edificio. Allí se encuentran un río y un centro de artes escénicas con un peso formal muy significativo en la memoria colectiva de la ciudad, que quisimos integrar con el proyecto” explica González Pulido en entrevista con ARQ.
“Creo que ganamos el concurso porque nuestro proyecto está muy conectado con la ciudad, el layout de la propuesta tiene una mirada muy urbana”, arriesga el arquitecto.

El proyecto debía ser la sede del Centro Financiero de Shanghái pero también brindar a la ciudad nuevos espacios culturales y urbanos.
Se planteó entonces una plaza peatonal que toma todo el terreno y un auditorio circular en el centro del complejo que puede albergar hasta ochocientas personas. En tanto que dentro del puente se aloja un museo dedicado a la historia del mercado financiero chino, en los subsuelos se ubican un área comercial y los estacionamientos.

La huella en planta de cada uno de los tres edificios es considerablemente grande: se construyeron 550 mil metros cuadrados. Sin embargo, en un plano Nolli se verifica que efectivamente la pisada sobre el nivel cero es la mínima indispensable.
Las torres se alzan sobre ocho núcleos de circulación vertical y una serie de columnas exentas que liberan el perímetro y despejan la planta.
La integración con el entorno inmediato también se refleja en el diseño de las plantas bajas, con vestíbulos pasantes casi transparentes que unen un edificio con el otro y con la ciudad.
“La idea de conectarlo con el paisaje y hacerlo muy transparente fue una de nuestras principales premisas desde el comienzo”, cuenta el titular de FGP Atelier. La altura considerable de estos espacios de acceso, junto con la transparencia de los materiales, aliviana la percepción de la estructura del edificio.

El tratamiento de las fachadas, que alternan opacidad y transparencia según el programa, fue otro punto clave para lograr la unidad del proyecto. Las torres tienen una piel permeable en los primeros niveles que comprenden los accesos hasta el puente.
Los niveles que lo conforman crean una franja opaca sobre la fachada, un área ciega que alberga las salas de máquinas y equipos de todo el complejo.
En los pisos superiores, la fachada se vuelve translúcida y más liviana visualmente hasta llegar a los últimos niveles, donde es completamente transparente y alberga algunos de los amenities del complejo como restaurante, spa, salón de usos mixtos y terrazas con una vista panorámica de la ciudad.
La fachada del Centro Financiero de Shanghái

“El sistema de la fachada lo diseñamos íntegramente nosotros. Es una pieza fundamental para el acondicionamiento térmico: traemos el aire del exterior ventilando el edificio en el perímetro y expulsando el aire contaminado del interior”, explica el arquitecto.
Y agrega que elevaron “una estructura de 36 cm del suelo, donde se recolecta aire del exterior que se acondiciona en cada nivel para luego impulsarse a muy baja velocidad al interior de los espacios, logrando así mantener una temperatura promedio de 25 °C mientras están en uso”.
Se trata de una fachada de alto rendimiento, compuesta por cristales de triple capa que contiene gas argón en la cavidad interior para rechazar la influencia de la temperatura exterior antes de que penetre al material.

Las persianas están automatizadas para abrirse o cerrarse según la orientación y la hora del día. “Para lograr la certificación energética que se buscaba tuvimos que diseñar una pieza especial de sujeción invisible para el anclaje de la fachada que cumpliera con los minuciosos requerimientos del código”.
Se generó así una pieza de acero que se monta con un clip a los perfiles de soporte de la fachada y que rota para encastrar dentro del alma del cristal y queda oculta sobre el frente.

La construcción de este proyecto requirió de la participación de múltiples profesionales, desde arquitectos e ingenieros hasta traductores técnicos especializados en el código de edificación de la ciudad.
Por tratarse de una obra pública, tanto el proceso de diseño como el de construcción sufrieron incontables modificaciones a causa de los exhaustivos peritajes y controles técnicos.
“Tuvimos que armar un equipo interdisciplinario donde participaron arquitectos locales, en China llamados ‘institutos de diseño’, que se encargaron de toda la producción técnica del proyecto ejecutivo”, explica González Pulido.

El proceso consistió en 16 instancias de aprobación para poder avanzar con el proyecto, todas en idioma original. “Hubo que trabajar codo a codo con traductores técnicos especializados para documentar cada detalle constructivo”, agrega.
El resultado es una máquina arquitectónica donde la resolución técnica siempre fue de la mano con las decisiones de diseño. “Un gran proyecto es el resultado de un buen diagrama, simple y claro”, concluye el titular de FGPAtelier.

Ficha técnica Centro Financiero de Shanghái
Ubicación. Shanghái, China Programa. Oficinas de uso mixto Superficie construida. 550 mil m2 Comitentes. Corporación de Depósito y Compensación de Valores de China Limitada, Bolsa de Valores de Shanghái y Bolsa de Futuros Financieros de China
Estudio de arquitectura. FGP Atelier +Jahn Director a cargo. Francisco González Pulido Arquitecto local. Instituto de Diseño e Investigación de Arquitectura de Shanghái
Paisaje. Schmidt Landscape Architects Ingeniero estructural y consultor de fachadas. Werner Sobek Stuttgart Consultor de fachadas local. ALT Limited Ingeniero MEP. WSP Flack + Kurtz Diseño sostenible. WSP Flack + Kurtz Fotos. Qingyan Zhu.