Cuatro gurús tecnológicos coinciden en que los celulares están próximos a su fecha de caducidad. Desde su perspectiva, el cambio se orienta hacia soluciones menos demandantes e invasivas. Un mundo en donde los implantes cerebrales, los lentes inteligentes y los chips impresos en la piel sean la norma.
La percepción y experiencia de figuras como Elon Musk, Bill Gates, Mark Zuckerberg y Pekka Lundmark ofrece una mirada en diagonal sobre el porvenir de estos dispositivos portátiles.
Aunque estos referentes alcanzaron la notoriedad por sus contribuciones en áreas como la biotecnología, el software como servicio, las redes sociales y la energía, ninguno posee expertise en el sector de la telefonía y desconocen las oportunidades y condiciones que rigen a este negocio.
La mayoría se inclinó por herramientas alternativas al móvil que, en algunos casos, se alinean con sus intereses personales. Lo que podría cuestionar la imparcialidad de sus veredictos y le añade una capa extra de subjetividad a sus opiniones.
Elon Musk

El magnate no solo imaginó el futuro, sino que se propuso modelarlo a su semejanza. Con Neuralink, proyectó un método revolucionario de comunicación que podría dejar obsoletos los dispositivos táctiles, estableciendo una conexión directa entre el cerebro y las computadoras mediante implantes neuronales.
El objetivo de Neuralink es suplantar el actual sistema móvil por otro más discreto, que permita navegar por internet, enviar mensajes y controlar aplicaciones únicamente con el pensamiento.
La empresa desarrolló un cirujano robótico capaz de automatizar el proceso de inserción de los electrodos en el cerebro. Por eso, Musk está convencido de que los teléfonos pronto serán reliquias del pasado, reemplazados por una interacción mucho más eficiente.
Bill Gates

El fundador de Microsoft decidió invertir en Chaotic Moon, una firma especializada en el desarrollo de tinta «inteligente» capaz de recopilar y transmitir información en tiempo real, a través de unos tatuajes electrónicos revestidos con nanosensores.
Estos innovadores grabados que se dibujan sobre la piel, van un paso más allá de los wearables tradicionales, ofreciendo un control exhaustivo de la salud, la actividad física y los signos vitales.
Además, sirven como una herramienta avanzada para la detección temprana de enfermedades, proporcionando datos precisos y continuos que pueden ser cruciales para la prevención y el tratamiento oportuno.
Mark Zuckerberg

La gran apuesta de Meta es la realidad aumentada (RA) a través de lentes inteligentes como los Ray-Ban y Meta Quest. Estos visores no son solo accesorios de moda. Representan una inversión significativa en dispositivos que integran cámaras de alta resolución, parlantes envolventes y sofisticados sistemas de control por voz.
Zuckerberg está convencido de que para 2030, estos gadgets expulsarán a los smartphones de las vidrieras como el principal dispositivo informático. La RA permitirá acceder a múltiples pantallas virtuales, enviar mensajes, mantener videoconferencias y ver películas.
Con modelos que se asemejan a cualquier anteojo convencional, la idea es superponer el mundo digital directamente en el campo de visión del usuario. Esto creará una experiencia inmersiva donde la información y las aplicaciones se integran con el entorno físico.
Durante el evento anual Meta Connect, se presentó el prototipo de los lentes Orion, equipados con una avanzada pantalla holográfica y tecnología de RA. La interacción se realiza mediante comandos de voz, gestos y movimientos oculares.
Pekka Lundmark

El CEO de Nokia ha compartido en múltiples ocasiones su perspectiva sobre el futuro de la telefonía móvil. De acuerdo a su análisis, para el año 2030, los smartphones tal como los conocemos en la actualidad, serán objetos del pasado, dando paso a instrumentos más sofisticados que modificarán la percepción.
En este contexto, la tecnología 6G y la IA serán los pilares fundamentales de esta transformación, proporcionando una conectividad ultrarrápida y sin perturbaciones.
Además, estas transformaciones abrirán paso a nuevas formas de interacción entre los dispositivos conectados y los usuarios, creando una experiencia más integrada y fluida.
El presente de la tecnología móvil ya no se define por la velocidad o la potencia, sino por su propósito. En esta nueva etapa, los avances deben mostrar otros valores como la sostenibilidad, la privacidad de los datos, el bienestar digital y la innovación.
No es casualidad que muchos de los conceptos promovidos por estos visionarios tecnológicos como alternativas a los móviles se comiencen a incorporarse, en forma de prototipo, a la estructura de los teléfonos.
Transmisión de pensamientos

En el pasado, los teclados físicos eran la principal vía de conexión con los celulares. Su reemplazante fueron las pantallas táctiles. Hoy en día, con servicios de reconocimiento de voz, el audio es el medio predominante. El siguiente salto en esta escala es el control mental.
Muchos científicos trabajan para que sea posible abrir una aplicación, reproducir un video e incluso, editar imágenes, con el pensamiento. También se podrá enviar un texto, controlar el brillo de la pantalla o invocar un contacto.
Un equipo del MIT mostró AlterEgo, un dispositivo que permite transmitir órdenes a las máquinas usando solo los pensamientos. Este proyecto, que comenzó en 2018, sigue en desarrollo y no tiene una fecha de estreno.
En esta misma línea, investigadores de las universidades de California en San Francisco y Berkeley sintetizaron una interfaz cerebro-máquina (BCI) que permitió a una mujer con parálisis hablar a través de un avatar. Además, convierte las señales en texto a casi 80 palabras por minuto, lo que representa una gran mejora respecto a la velocidad dominante.
Pantallas completas y conectividad inalámbrica

Otra tendencia que asoma en el horizonte tecno es la creación de dispositivos móviles sin conectores, botones, ni puertos: lo que se resume en una súper pantalla háptica.
Actualmente, el grueso de los smartphones dejó atrás la entrada de auriculares, apostando por el Bluetooth. El próximo objetivo son los botones físicos, sustituidos por sensores táctiles para funciones como encendido, volumen y bloqueo.
Xiaomi presentó un prototipo cuya superficie es todo pantalla plana, mientras que sus laterales no poseen puertos ni botones. Esto supuso, además, el reto de fabricar un panel de vidrio de cuatro curvas de 88 grados y el proceso de unión 3D.
La desaparición del puerto USB también está en el radar, con Vivo y Meizu liderando el camino al desarrollar los primeros conceptos de estos dispositivos. Otro que pretende eliminar todo rastro de puertos es Apple, quien sueña con sustituir el polémico USB-C por un cargador inalámbrica. Este recorte le permitiría reducir aún más el grosor del iPhone.
Cambio de color

Una de las últimas tendencias en la industria es la apuesta por los colores de temporada, como lo hacen Apple, Samsung y Motorola. Sin embargo, esta tendencia podría dar un giro inesperado con la llegada de una innovación sorprendente.
Algunos fabricantes están concibiendo móviles traslúcidos, fabricados con un material similar al cristal que absorbe la luz. Estos dispositivos no solo serían visualmente imponentes, sino que también contarían con luces LED internas cuyo tono podría modificarse desde los ajustes.
Así, uno podrá elegir (o imaginar el color naranja) y ver cómo toda la cubierta trasera absorbe completamente el color de la luz, luciendo como si viniera matizado de fábrica.
Realme presentó el 14 Pro, con una cubierta que utiliza pigmentos termocrómicos, que cambian de coloración según la temperatura, sin afectar la batería. Mientras que el Infinix E-Color Shift 2.0, permite elegir entre varios tonos a través de una tinta electrónica.
Realme utiliza materiales para garantizar que no existan dos teléfonos con el mismo patrón exacto. Mientras Infinix, con su tecnología más avanzada, permite cambiar los colores de la cubierta tantas veces como el usuario desee.