Como estrategia para postergar su inevitable ejecución en la silla eléctrica y ganar tiempo, el asesino en serie Ted Bundy confesó los crímenes que había cometido, con detalles sobre dónde se encontraban los restos de sus víctimas. Solo se confirmaron 36 asesinatos cometidos en siete estados de Estados Unidos entre 1974 y 1978,
Pero se cree que su rally delictivo de secuestro, violación y asesinato comenzó mucho antes, en 1973, en Eugene, Oregón. Vicki Lynn Hollar, vista por última vez el 20 de agosto cuando subió a su Volkswagen escarabajo negro en un estacionamiento en 8th Avenue y Washington Street, podría haber si su primera víctima.
Vicki Hollar nació en Flossmoor, Illinois, un 8 de marzo de 1949. Hija de Benjamin y Aida, tenía 24 años cuando desapareció, con un futuro prometedor por delante. En 1972 se graduó de la Universidad del Sur de Illinois, y se mudó a un departamento en Eugene, Oregon, junto con cinco amigas.
Al año siguiente comenzó a trabajar como costurera en la tienda departamental Bon Marche, por lo que estaba «contenta» e ilusionada de que se transformará en un puesto de tiempo completo, según contaron sus amigos a la policía tras su desaparición y reconstruyó Jessica Jurewicz en su sitio Another Bundy Blog.

Un lunes de agosto de 1973, Vicki desapareció junto con su auto patente GR7738 sin dejar rastro. Salió de su trabajo a las 17 horas y caminó acompañada por su supervisor hasta su Volkswagen Beetle negro. De acuerdo con su compañera de trabajo, «no había visto a nadie más por la zona esa noche».
Según reconstruyeron los investigadores, Vicki se dirigía a su departamento, a unos 1,7 kilómetros de su trabajo. Tenía planes de encontrarse con una amiga a las 8 de la noche para luego ir juntas a una fiesta.
Dicha amiga, tras esperar a Vicki, decidió ir sola a la fiesta y dejarle una nota. Al día siguiente, comenzó a preocuparse por no saber nada de ella, por lo que hizo la denuncia a la policía.
En 1973 ya había desaparecido Rita Jolly, de 17 años, en West Linn, Oregon. Por lo que las fuerzas de seguridad vieron con seria preocupación la ausencia de Vicki, ya que hacía poco tiempo que se había asentado en Eugene, por lo que no tenía motivos para marcharse.
Tras la desaparición de Vicki, sus padres viajaron desde Illinois hasta Eugene para contribuir con la investigación de la policía. Según declararon, su hija había dejado toda su ropa y objetos personales en su departamento. Además, todavía no había cobrado su sueldo de Bon Marche. Por otra parte, contaron a la policía que Vicki estaba «muy contenta con su vida» y «con el rumbo tomado», por lo que no parecía tener ningún motivo para marcharse sin dar aviso.

Los padres describieron a Vicki como una persona «extrovertida y simpática», con «la misión en la vida de ayudar a los oprimidos». Según un agente que trabajó en el caso, Vicki tenía «un buen corazón» y creía que «si una persona estaba deprimida, su trabajo era hacer todo lo posible para ser su amiga».
Register-Guard publicó un artículo en diciembre de 1973 donde señalaban que «desgraciadamente, los impulsos humanitarios de Vicki, incluida su tendencia a detenerse ante cualquier autoestopista, pueden haber provocado su desaparición», pero que hasta aquel entonces «la investigación se había topado con un muro».
¿Fue Vicki Lynn Hollar la primera víctima de Ted Bundy?
Theodore Robert Bundy se valía de su carisma y simpatía para engañar a sus víctimas, al hacerse pasar por una persona discapacitada o herida, y en otros casos, una figura de autoridad. Las víctimas de su interés eran jóvenes blancas de entre 15 y 25 años y, en su mayoría, universitarias, por lo que Vicki encajaba con este perfil.
En el momento de la desaparición de Vicky, Bundy se encontraba entre trabajos. Entre febrero y abril de 1973 trabajó en la Planificación de Programas del Condado de King. Luego, se tomó un descanso hasta septiembre, cuando comenzó a trabajar como asistente del presidente del Partido Republicano en el Washington.
En ese momento estaba en una relación con Liz Kloepfer y también estaba inscrito en la facultad de derecho de la Universidad de Puget Sound. También se documenta que Bundy tenía un Volkswagen Bug en Seattle, el cual utilizó para capturar a muchas de sus víctimas. En aquel entonces tenía el embrague averiado. El auto de Vicki nunca fue encontrado.

En su última entrevista con Bob Keppel, antes de ser sentenciado a muerte, Bundy confesó haber comenzado su ola de asesinatos en 1972, con dos homicidios en Oregón, pero nunca dio ninguna información que identificara a las víctimas. Para los investigadores, Vicki Hollar y Rita Jolly parecían ser las víctimas no confirmadas.
Los detectives de Oregón intentaron, pero no pudieron interrogar a Bundy sobre la desaparición de Vicki antes de su ejecución en 1989. Vicki Hollar todavía es clasificada como persona desaparecida.