La reciente salida del cepo cambiario muestra signos de reconfiguración en el mapa de las preferencias salariales en Argentina. Un estudio de la consultora Opinaia, realizado para la plataforma global de gestión de nómina Deel, revela un aumento en la proporción de trabajadores que prefieren cobrar sus salarios en pesos. Sin embargo, hacia adelante, la alternativa más elegida continúa siendo cobra el sueldo en moneda extranjera y parte en pesos. En paralelo, un informe del Santander, realizado en colaboración con Ipsos, refleja una mirada sobre el futuro del trabajo de los argentinos en el que el 60% de los consultados está convencido de que las próximas generaciones trabajarán en empleos que aún no existen.
Según el informe “Tendencias en las expectativas salariales de los trabajadores argentinos”, el 50% de los encuestados manifestó que elegiría cobrar íntegramente en pesos, una suba de 17 puntos respecto al 33% registrado antes del levantamiento del cepo. Aun así, en un escenario a cinco años predomina como opción más elegida recibir una parte del salario en pesos y otra en moneda extranjera.
De todas formas, el 72% de los encuestados afirma que no tiene la chance de elegir si cobrar en pesos, moneda extranjera o en una combinación de ambas, a pesar de que le gustaría.
Pese a que mejoró la idea de percibir el sueldo en moneda local, a mediano y largo plazo, la mayoría de los trabajadores sigue optando por la diversificación de monedas. Entre los motivos para esta elección destacan la posibilidad de cubrir gastos locales y ahorrar en dólares (36%), así como el resguardo ante posibles devaluaciones (24%).
Para quienes optan por cobrar todo en moneda local, la razón principal es la practicidad. El 32% señaló que el peso es la moneda de uso cotidiano, y un 17% lo elige por la facilidad que ofrece para administrar gastos. Sin embargo, solo un 7% expresa confianza en la estabilidad del peso, lo que evidencia que la elección responde más a necesidades operativas que a una convicción económica.
La posibilidad de elegir cómo cobrar el sueldo no está distribuida equitativamente. Es más común entre:
Un nuevo estudio global realizado por Banco Santander e Ipsos advierte sobre el profundo cambio que atraviesa el mundo del trabajo. En un contexto donde la Inteligencia Artificial (IA) redefine los empleos y el aprendizaje constante se vuelve indispensable, el informe «Habilidades del Futuro» revela una percepción cada vez más extendida: 6 de cada 10 argentinos creen que las próximas generaciones se desempeñarán en trabajos que todavía no fueron inventados.
En Argentina, el informe expone una desconexión creciente entre el sistema educativo tradicional y las demandas del mercado laboral. El 39% de los encuestados considera que la experiencia práctica será más valiosa que la educación formal, y casi la mitad afirma que elegiría una formación distinta si pudiera volver el tiempo atrás.
Este nuevo paradigma no solo plantea desafíos para los sistemas educativos, sino también para las empresas y los propios trabajadores, que deberán mantenerse actualizados de forma permanente para no quedar fuera del circuito laboral.
La Inteligencia Artificial aparece como el principal motor de transformación del empleo. En Argentina, el 58% cree que dominarla será clave para conseguir o conservar un trabajo. A nivel global, 1 de cada 3 personas teme que la IA reemplace su empleo actual.
“El auge de la Inteligencia Artificial está cambiando no solo nuestra forma de trabajar, sino también de aprender. Tenemos la responsabilidad colectiva de acompañar este cambio con más oportunidades de formación accesible y continua”, señaló Alejandro Butti, CEO de Santander Argentina.
En este sentido, el informe muestra que 8 de cada 10 argentinos sienten la necesidad de seguir capacitándose, pero identifican como principales obstáculos el costo y la falta de tiempo. Además, un 44% considera insuficiente la oferta pública de formación continua, y el 43% apunta a las empresas como responsables de brindar oportunidades de desarrollo profesional.
La formación continua ya no es una opción, sino una necesidad. Y mientras el 45% de los encuestados asume esta tarea como una responsabilidad individual, otro segmento creciente mira hacia las empresas, las universidades y el Estado para acompañar el proceso de reconversión.
“El sector privado tiene hoy la oportunidad —y la responsabilidad— de ser un motor activo del cambio. La formación continua no es una tendencia: es una necesidad estructural si queremos construir un país más competitivo, más justo y preparado para el futuro”, subrayó Butti.
A pesar de los desafíos, el 71% de los argentinos desea seguir trabajando en el país durante los próximos diez años. Esto implica que fortalecer el talento local y reducir la brecha de habilidades se vuelve una prioridad estratégica.
Entre los datos más destacados del informe:
