A pesar del ruido político en la escena local, potenciado luego de los episodios de violencia de este miércoles tanto dentro como fuera del Congreso Nacional en la marcha de los jubilados, los precios de los activos argentinos se mueven más en torno a lo que sucede en el frente externo. Este jueves, en otro día de caídas de Wall Street, donde los principales índices bursátiles llegan a perder casi 7% desde que empezó marzo, la bolsa porteña, que había empezado la rueda en alza, cede un 0,1%. Lo mismo ocurre con la deuda en dólares, que revierte los intentos de recuperación que mostró en la previa, y se mueven con bajas de hasta 0,3%.
El frente externo condiciona al mercado local. Los principales indicadores de Wall Street abrieron este jueves en rojo, en medio de nuevos temores por la guerra comercial que impulsa Donald Trump. Ahora, el presidente de los Estados Unidos amenazó con imponer un 200% de arancel a los vinos y al champán «de Francia y otros países europeos» en represalia por la imposición de un gravamen europeo del 50% al whisky estadounidense, que a su vez es otra media de represalia comercial.
De hacerse efectiva, la medida perjudicaría sobre todo al sector de Francia, España e Italia, y podría dar lugar a otras represalias por parte europea en una escalada de consecuencias imprevisibles. La bolsa neoyorkina había festejado en la previa una desaceleración de la inflación mayor a la esperada por el mercado. En este contexto, los ADRs argentinos habían llegado a saltar más de 10%.
Ahora, con un nuevo clima de cautela global, los papeles argentinos moderan ese rebote y llegan a caer hasta 2,4%. En el otro extremo, se destaca la suba de Corporación América, que avanza 1,6%, luego de que se conociera la noticia de que la familia Eurnekian, propietaria de la empresa petrolera CGC, ha iniciado el proceso para vender su participación del 23,07% en la transportista de gas $TGNO4, en asociación con Tecpetrol, el brazo petrolero del Grupo Techint.
De todas formas, el componente local tiene peso en la ecuación para los inversores. En la City creen que una vez que se confirme el acuerdo con el FMI, el Gobierno comenzará a despejar una de las mayores dudas respecto a la sostenibilidad de su plan económico. Y, pese a las dudas sobre cómo será el programa cambiario de avanzar en un esquema acordado con el Fondo, el Tesoro anunció que los bonos atados a la devaluación (dollar linked) que se licitaron este miércoles no encontraron demanda entre los inversores del mercado de deuda local.
Con todo, el Gobierno necesita conseguir que el Congreso apruebe el DNU y eso genera cierta incertidumbre, a la luzSN de los acontecimientos de estos últimos días. «La oposición kirchnerista y de izquierda mostró los dientes otra vez, anticipándose posiblemente al debate por el DNU del acuerdo con el FMI. Tal vez el tratamiento del mismo en el Congreso sea otra vez una jugada de vida o muerte para el oficialismo, ya que la aprobación del mismo habilitaría las puertas para darle una solución definitiva a uno de los grandes problemas macroeconómicos que aún permanecen. Un rechazo sería un golpe duro, que buscaría dar la oposición para desestabilizar la economía y con ello golpear al presidente en el tema que mayor valoración tiene en la gente», advirtieron en Delphos.