jueves, mayo 29, 2025
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la recomendación de Lucas Quelin, el proctólogo que apuesta a la educación anal


El ano es el protagonista del libro; también el objeto de estudio y el eje de los contenidos que divulga en redes sociales el médico especialista en proctología Lucas Quelin, quien apostó a salirse de los límites del consultorio y se convirtió así en influencer de salud anal.

Acaba de publicar Para el cul* (Galerna), su primer libro, con el fin de sacar al ano del clóset, derribar prejuicios y desandar el amplio camino que atraviesa este órgano, tanto desde la visión médica, como desde el terreno de la sexualidad.

“Desde los orígenes de los tiempos el ano se vio como algo prohibido, censurado y ocultado. Tiene que ver con lo que pasa a nivel sociedad, con lo que representa. Genera miedo, como un espacio oculto donde todo lo que puede pasar es malo y donde, por supuesto, no está habilitado el espacio placer”, aseguró Quelin a Clarín.

Los mitos del sexo anal

En su cuenta de Instagram (@lucasdeprocto) y también en su consultorio, varias preguntas se repiten. “Si disfruto analmente, ¿soy gay?”; “¿soy promiscua si tengo sexo anal?”; “¿puedo quedar embarazada a través del ano?”. A la desinformación, mitos y prejuicios, el coloproctólogo le dedicó el capítulo 8 de su libro: “¡Se me llenó el cul* de miedos!”.

“El sexo anal da cáncer, el sexo anal genera incontinencia, el sexo anal me puede dejar abotonado, el sexo anal es prohibido, si tengo un sexo anal voy a tener infecciones”, enumeró el especialista sobre los mitos que más se repiten aún hoy.

Lucas Quelin: "Desde los orígenes de los tiempos el ano se vio como algo prohibido, censurado y ocultado". Foto gentileza.Lucas Quelin: «Desde los orígenes de los tiempos el ano se vio como algo prohibido, censurado y ocultado». Foto gentileza.

Al respecto, explicó sobre cada uno de ellos:

  • Disfruté analmente, soy gay: gran mito. Como si hubiera algo malo en disfrutar analmente o en ser gay. Son todas falacias que nos alejan del placer. ¿Quiénes pueden disfrutar? Todos los que hayan incorporado educación anal en su vida”.
  • El ano es para promiscuas: esto parte de la heteronorma falo/vulva. Es lo prohibido, lo que está mal. Es un concepto muy anclado en lo religioso”.
  • Se me afloja el esfínter con el sexo anal: otro gran mito que se presenta como una de las consecuencias que nos pueden afectar a largo plazo. No digo que no exista o que no suceda, sino que no es una consecuencia exclusiva de la práctica anal”.
  • Ahora que logré disfrutar, ¿llega el cáncer?: este fatalismo infundado resulta esperable en el contexto de una mirada negativa sobre esta práctica. La asociación es muy lineal y viene del VPH. Se razona de la siguiente manera: si en el sexo anal es posible infectarse VPH, y si el VPH puede producir cáncer, entonces el sexo anal da cáncer. Y esto no es así. Es una titulación errónea, maliciosa e irresponsable”.
  • Me voy a quedar abotonado: de todos los mitos existentes, éste es el más infundado. Entra en juego más el morbo que una posibilidad real”.
  • Te crecen las nalgas: un mito incomprobable y prescriptivo. Podés entrenar los glúteos, ciertos cambios hormonales pueden cambiar la conformación de distintas partes de tu cuerpo, pero esto no lo generará el sexo anal”.

“Tocate el ano”

‘Tocate el ano’ es una de mis frases más comunes”, anticipó Quelin. Desde diferentes especialidades médicas, mencionó, recomiendan -por ejemplo- tocarse las mamas o los testículos, pero no tan frecuentemente se hace lo mismo con el ano.

“'Tocate el ano' es una de mis frases más comunes”, dijo Lucas Quelin. Foto gentileza.“’Tocate el ano’ es una de mis frases más comunes”, dijo Lucas Quelin. Foto gentileza.

El médico explicó que, en lo que al sexo anal respecta, ante la falta de información se suele depositar mucho en la pareja. Su primera respuesta siempre va de la mano del autoconocimiento: “Tocate el ano, explorate vos, perdé el miedo, no te va a pasar nada malo”, afirmó, al tiempo que insistió en dos conceptos: “Recuperar la confianza anal y perder el miedo anal”.

¿Cuándo y cómo tocarse? “Cuando puedas, cuando quieras. En el espacio en el que te sientas más cómodo. Y acompañalo de algún lubricante”, mencionó como pasos generales.

“¿Cómo no vamos a tocar nuestro ano si luego queremos encontrar el placer anal, o disfrutar de una práctica sexual anal? Primero deberíamos conocer esta conexión en casa, en nuestro propio cuerpo, para luego poder disfrutarla con otras personas en otros momentos o situaciones”, aseveró el especialista.

Entonces, amplió: se trata de una instancia personal, sin apuro, respetando los tiempos personales, en espacios de intimidad donde cada persona se siente segura. El lubricante externo, detalló, es para que la exploración sea fluida y sin molestias. Para el inicio, recomendó un dedo; una vez avanzado el tema se pueden utilizar plugs o dilatadores.

Para reconocer que la dirección del ejercicio es correcta, destacó que entonces “no molesta, no queda doliendo y no se inflama”. “El objetivo es que el dedo pueda entrar y salir, no que se quede adentro”, aseguró.

El orgasmo anal

“Los interrogantes con respecto a los orgasmos anales son muchísimos”, admitió el coloproctólogo. Si bien son frecuentes, añadió, “hay que hacer el camino de la autoexploración, desarrollarlos y entenderlos. Es un proceso, se va entrenando, no es solamente dilatar como si fuera un globo”, detalló.

Para el cul* (Galerna), el primer libro de Lucas Quelin. Foto: Galerna.Para el cul* (Galerna), el primer libro de Lucas Quelin. Foto: Galerna.

¿De qué se trata? Según agregó, “el orgasmo es una respuesta fisiológica, psicológica y emocional que ocurre en el desarrollo de la excitación sexual y, en este caso, de la estimulación anorrectal”.

A la hora de definir cómo se perciben, mencionó: “Se caracterizan por una sensación intensa de placer, que puede estar acompañada de contracciones musculares rítmicas en otras áreas genitales y otras partes del cuerpo, asociadas a una sensación de liberación y placer profundo”.

Tips de educación anal

En el marco de una suerte de guía de educación anal, el proctólogo ofreció una serie de tips:

  • Tomar agua: la jarra, la botellita, la botella grande… todo sirve. Cuantificar cuánta agua se toma durante el día porque es justamente “agua lo primero que necesitamos”.
  • Comer fibra: incorporar a la dieta frutas, verduras, cereales y legumbres.
  • Cuidado con la higiene: sobre todo con el bidet, no excederse con la humedad.
  • Usar lubricantes: utilizar lubricantes anales. Hay muy pocas marcas, aclaró el médico, pero existen y son distintos al resto.
  • Los juguetes sexuales indicados: principalmente, tienen que tener tope. “Recomiendo mucho usar plugs y los que son con calibre, que son como si fuera un rosario, pero no tan marcado, más progresivo”, afirmó.



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