llega un cielo cargado de belleza, intensidad y deseo

La tercera semana de abril, del 13 al 20 de abril de 2025, “nos envuelve con un aire de ritmos lentos y placenteros: comienza la temporada taurina, marcando el cierre de la impulsiva y chispeante etapa ariana que abrió el nuevo año astrológico. Es tiempo de la simplicidad y la perseverancia. Es tiempo del toro”, sentencia la astróloga Rocío Sabatini. Cuáles serán las energías durante estos días, cómo estará la Luna y, además, un ritual para el placer en el inicio de la temporada de Tauro.

Según Rocío (@rowsabatini), el domingo 13 está marcado un cierre venusino de alto voltaje: “la Luna llena en Libra ilumina el cielo proponiendo un cambio definitivo en asuntos librianos. Vincularidad, deseo, pareja, justicia y equilibrio entran en revisión y transformación. Es un portal para decir adiós a patrones y abrirnos a formas nuevas de relacionarnos”.

El lunes 14 y martes 15, Sabatini explica que la Luna se sumerge en Escorpio, activando emociones intensas. “Es momento de renacer de lo que la Luna llena removió. Desde lo profundo, como el loto que crece entre aguas turbias, emergemos. La influencia de Plutón se hace sentir, y con Mercurio entrando en Aries, las ideas y las palabras se aceleran. Marte también se muda al signo del carnero, y la energía se vuelve directa, decidida y con un poco de chispa combativa”.

El miércoles 16, jueves 17 y viernes 18 de abril de 2025 la Luna en Sagitario eleva el ánimo. Dice Ro: “Todo se vuelve más optimista, expansivo, con ganas de explorar y mirar el vaso medio lleno. Las posibilidades florecen. El día 16 Mercurio en Aries se encuentra con Neptuno, generando una mezcla entre intuición y rapidez mental. Y el 17, Marte entra en Leo, sumando fuego, deseo de protagonismo y creatividad encendida”.

El viernes 19 y sábado 20 la Luna en Capricornio pone orden, estructura y foco. “Nos pide afilar objetivos laborales y concretar lo que venía enredado por la retrogradación de Mercurio, que ya volvió a su fase directa”.

Además, el 19, el Sol entra en Tauro, y Marte en Leo forma un trígono con Neptuno en Aries, dándole dirección y sensibilidad a nuestras acciones.

El 20, el Sol en Tauro cuadra a Marte en Leo, y ese cruce puede generar tensión entre el deseo de calma y la urgencia del ego. Respiremos, bajemos un cambio, dice Rocío.

Tauro, primer signo de tierra del zodíaco, está regido por Venus, la diosa del amor, la belleza y el placer. “Cuando el Sol entra en este signo, la energía se vuelve más suave, serena, precisa y perseverante. Es una vibra que nos ancla en el presente, que valora los pequeños placeres: un mate en la plaza, un beso en el sillón, el calor de una manta, la textura de lo real”, dice la astróloga.

Después de una temporada ariana donde todo se movió a velocidad luz, sin pausa ni respiro, asegura que Tauro llega para calmar las aguas, para sostener lo que vale la pena y revisar antes de seguir acelerando.

El día que el Sol entra en Tauro, Venus —su regente— no se queda quieta: “Como si quisiera marcar territorio desde el primer momento, la diosa griega del amor, el deseo y la belleza agita el cielo con su energía encantadora, desplegando aspectos que despiertan todos los sentidos”.

Ese mismo día, Venus se encuentra en una danza cósmica con varios planetas. Rocío explica que se une a la Luna, tocando fibras emocionales profundas y despertando el deseo de cercanía y conexión genuina. En armonía con Marte, chispea el magnetismo, el deseo se enciende y el equilibrio entre lo femenino y lo masculino fluye con naturalidad.

Además, señala que, desde otro rincón del cielo, Urano le susurra propuestas inesperadas, impulsándola a buscar lo diferente, lo fresco, lo que rompe con la rutina.

Y, al mismo tiempo, advierte que Saturno aparece como una figura seria que le recuerda a Venus que también es tiempo de compromiso, de tomar decisiones que tengan raíz y estructura, que no todo puede ser efímero. Pero Júpiter, expansivo y exagerado, tensa esa danza queriendo más: más amor, más placer, más promesas, más brillo… aunque no siempre con medida.

“Es un cielo completamente venusino, cargado de belleza, intensidad, deseo y contradicción. Un cielo que propone conectar con lo que amamos, pero también preguntarnos cuánto de eso es verdadero, y cuánto responde a un impulso momentáneo. El inicio de la temporada Tauro llega así: con un aura de sensualidad y firmeza, con deseo de placer pero también de profundidad. Venus mueve los hilos desde las alturas, y nosotros, acá abajo, sentimos su llamado”, cierra Sabatini.

Ideal para el 19 ó 20 de abril, cuando el Sol entra en el signo del toro.

• Una vela verde o blanca (verde si querés trabajar la abundancia, blanca si es para paz y armonía).

• Un objeto natural: puede ser una piedra, una planta, una flor, una fruta.

• Aceite esencial o perfume con notas dulces o terrosas (como vainilla, sándalo, patchouli, canela).

• Un papel y un lápiz o birome.

• Un espacio cómodo, bello y silencioso.

• Prepará el altar. Elegí un rincón de tu casa donde te sientas bien. Encendé la vela. Colocá tu objeto natural frente a vos como símbolo de lo que querés cultivar con paciencia y amor este mes.

• Aromatizá tu cuerpo. Ponete unas gotitas del aceite o perfume elegido en las muñecas, cuello y detrás de las orejas. Respiralo profundo. Tauro es un signo que ama lo sensorial, así que este paso es clave para activar esa conexión con el cuerpo y el disfrute.

• Escribí tu intención taurina. En el papel, anotá qué querés sembrar en esta temporada. Puede ser algo concreto como «quiero tener una rutina que me dé bienestar físico y emocional», o más simbólico, como «quiero disfrutar más de la vida cotidiana», «quiero trabajar en algo que me dé seguridad y placer», etc. Sé clara/o, y pensá en cosas que se construyen lento, con amor y constancia.

• Meditación guiada (breve). Cerrá los ojos y visualizate caminando por un campo fértil. Sentí la tierra bajo tus pies, el calor del Sol en la piel. Imaginá que tus intenciones germinan como semillas bajo esa tierra. Agradecé a tu cuerpo, a tu hogar, a la naturaleza.

• Guardá tu intención. Doblá el papel y ponelo debajo de tu objeto natural. Dejalo ahí toda la temporada Tauro (hasta el 20 de mayo). Podés volver a leerlo cuando sientas que te desviaste o necesitás reconectar.

• Plus sensorial (porque Venus aprueba). Después del ritual, preparate algo rico que ames: un postre casero, un té con especias, una copa de vino. Escuchá música suave o tocá tu cuerpo con una crema nutritiva. Hacelo todo sin apuro. Esa es la clave taurina: disfrutar del ahora, sin urgencia.

Asesoró la astróloga Rocío Sabatini. En Instagram, @rowsabatini.