No son una novedad absoluta, pero las plataformas vibratorias se volvieron tendencia en los últimos años gracias al empuje de las redes sociales que las muestran como una especie de solución mágica para bajar de peso sin esfuerzo.
Su origen se remonta a la década del 60, cuando comenzaron a usarse en la ex Unión Soviética como parte del entrenamiento de los astronautas para evitar la pérdida de masa muscular y densidad ósea en el espacio, y con el tiempo pasaron del ámbito científico al deportivo y finalmente al fitness doméstico.
Durante la pandemia de Covid, con el auge del entrenamiento en casa, estas máquinas ganaron popularidad como una alternativa práctica y compacta. Según datos del portal Statista, las ventas de equipos de ejercicio hogareños aumentaron más del 40% entre 2019 y 2021 y dentro de ese boom las plataformas vibratorias fueron de las más buscadas, lo que explica por qué hoy existen desde modelos con funciones básicas hasta programas personalizados de uso.

En TikTok, Instagram y otras plataformas, los videos sobre plataformas vibratorias suman millones de reproducciones y son protagonistas de rutinas virales que prometen resultados rápidos sin necesidad de transpirar demasiado. Pero, ¿realmente sirven para adelgazar o solo se trata de una moda sin respaldo científico?
Plataformas vibratorias: qué tan efectivas son para bajar de peso
Las plataformas vibratorias ganaron popularidad en redes sociales. El mensaje que se repite es simple y directo: “subite unos minutos al día a esta máquina y tu cuerpo hará todo solo”. Sin embargo, los especialistas advierten que, aunque este tipo de entrenamiento puede tener algunos beneficios, los estudios disponibles sobre su efectividad real para perder peso son, hasta ahora, limitados e inconclusos, indica un artículo del diario New York Times.
Estas máquinas funcionan mediante vibraciones de baja frecuencia que estimulan los músculos, haciendo que se contraigan y relajen rápidamente. En teoría, esto activaría el cuerpo incluso sin moverse demasiado.

Pero los expertos de la Clínica Mayo coinciden: para bajar de peso y mejorar la salud en general, no alcanza con quedarse quieto sobre una base vibratoria. La quema de calorías y el desarrollo muscular requieren actividad física sostenida y cambios en los hábitos diarios. «No está claro si la vibración corporal total brinda la misma variedad de beneficios para la salud que los ejercicios que se practican de forma activa, como caminar, andar en bicicleta o nadar», advierten.
De todos modos, existen algunos beneficios posibles del uso de plataformas vibratorias, aunque no necesariamente vinculados al adelgazamiento:
1) Mejoran el equilibrio y la estabilidad corporal
Pararse sobre una superficie vibratoria activa pequeños grupos musculares que ayudan a estabilizar el cuerpo. Esto puede ser útil especialmente en personas mayores o con dificultades motoras.
2) Podrían ayudar levemente a la densidad ósea
Algunos estudios encontraron que, en ciertos grupos como mujeres posmenopáusicas, este tipo de estímulo mecánico podría favorecer la salud ósea, aunque de manera limitada. De todos modos, no reemplaza ejercicios clásicos como caminar, correr o levantar peso.
3) Estimulan la activación neuromuscular
Las vibraciones mejoran temporalmente la conexión entre el sistema nervioso y los músculos, lo que puede traducirse en una respuesta más rápida y ágil, útil en algunos deportes de alta demanda física.

4) Pueden ser un punto de partida para personas sedentarias
Para quienes no realizan ninguna actividad física, subirse a una plataforma vibratoria puede representar una mínima mejora en su nivel de movimiento. Sin embargo, ese efecto es limitado y no sostenido en el tiempo si no se incorporan rutinas más completas.
5) Se usan como complemento en rehabilitación
En fisioterapia, las plataformas vibratorias pueden formar parte de algunos protocolos para mejorar la movilidad y reducir la rigidez, especialmente en pacientes con enfermedades neuromusculares o problemas de equilibrio.
¿Sirven o no para bajar de peso?
Los profesionales citados por el diario estadounidense sostienen que las plataformas vibratorias pueden ser una herramienta complementaria, pero no logran un impacto significativo en la composición corporal ni reemplazan a una buena rutina de ejercicios.

Una revisión de estudios realizada en 2019 con 280 participantes adultos de peso saludable concluyó que la vibración hacía que los participantes perdieran un poco de grasa, pero no lo suficiente como para cambiar significativamente su composición corporal, advierte el artículo.
Para adelgazar, mejorar el tono muscular o ganar salud, lo más efectivo sigue siendo una combinación entre ejercicio aeróbico, entrenamiento de fuerza y alimentación equilibrada.
Entonces, si su uso te motiva a moverte más, puede valer la pena. Pero si esperás resultados mágicos, quizás sea mejor redireccionar tu energía a métodos probados. Como siempre, ante cualquier cambio en tu rutina de entrenamiento o salud, lo ideal es consultar con un especialista.